miércoles, 2 de diciembre de 2009

Fingerboard | Skate en miniatura


Más que un deporte, es un mini deporte. Se trata del Fingerboard, una práctica que nace gracias a los obsesos de las miniaturas y las maquetas, y que después se convirtió en una manera de competir. El objetivo del practicante de fingerboard es hacer piruetas... con un skate de apenas unos centímetros de largo que lanza con los dedos.
El nacimiento oficial de este peculiar deporte se produce en Estados Unidos en 1989, aunque algunos sitúan su gestación extraoficial en Alemania. Lo cierto es que está muy relacionado con el skate, ya que fueron los fanáticos del monopatín los que empezaron a practicarlo como un divertimento en los descansos de las competiciones deportivas. Las primeras minitablas que se utilizaron eran las rudimentarias copias de skate reales para llaveros. Algunos entusiastas empezaron a fabricar rampas en miniatura en las que lanzar los “mini-skates”, pero la auténtica revolución llegó cuando una compañía, Tech Deck, se decidió a realizar réplicas exactas en miniatura de las tablas reales, compuestas por reproducciones de todas y cada una de las piezas de sus “hermanos mayores”, y con un comportamiento físico similar.

Con estos nuevos instrumentos, los practicantes de fingerboard pudieron dar rienda suelta a todo su virtuosismo y realizar las más espectaculares piruetas lanzando su tabla y simulando con los dedos índice y corazón el comportamiento del “skater” sobre la tabla. Un deporte divertido, ¡y con la ventaja de poder practicarse en cualquier sitio!

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